jueves, 1 de mayo de 2014

festividad del 1º de mayo, San José Obrero

Los obispos, ante el primero de mayo: "Si falta trabajo, 
la dignidad humana está herida"

Desde sus comienzos la Doctrina Social de la Iglesia ha fundamentado la dignidad de toda persona en la condición de hijos e hijas de Dios, y ha proclamado la necesidad de poner en práctica el principio evangélico que invita a la acción: “os aseguro que lo que hayáis hecho a uno solo de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40). El primero de mayo, fiesta de San José Obrero y fiesta cristiana del trabajo, supone para los trabajadores que profesan la fe la ocasión de recordar y agradecer, también, esas luchas por la dignidad y la justicia de todos aquellos que han hecho de su vida un compromiso en favor de la dignidad del trabajo humano, que se han esforzado por reconocer en él la dignidad de los trabajadores y trabajadoras que lo realizan.

En cada hombre y mujer que diariamente se esfuerza en realizar su trabajo, con el que contribuye a realizar la voluntad creadora y salvífica del Padre, contemplamos el sagrado reflejo de Dios que quiso encarnarse en Jesús de Nazaret para mostrarnos el verdadero camino de humanización y liberación que nos dirige y acerca hacia el Reino de la Paz y la Justicia, hacia el Reino de la Vida y del Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario