Los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, organizadora de esta Jornada, destacan los pilares básicos de la vida contemplativa -la escucha, la conversión, la comunión- aquellos que lo han dejado todo para contemplar al Señor se convierten en testigos de la Luz y pueden ofrecer al Pueblo de Dios su «misteriosa fecundidad» en clave de crecimiento sinodal.
Además, miran con agradecimiento y con esperanza a los hermanos y hermanas contemplativos, pidiendo que el Señor los guarde y los haga brillar entre nosotros. Y, destacan, que ellos, con su testimonio, empujan a toda la Iglesia a ensanchar el espacio de su tienda y a salir en peregrinación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario